Falso amigo n.º 6: rousse (francés) ≠ ruso (español)
En Francia las cervezas son como las señoras: las hay blondes (rubias), brunes (morenas) y rousses (pelirrojas). No intentes pedir una tostada que te vas a hacer un lío y encima no te van a entender. El grado de tostado, por cierto, es lo que marca en gran parte el color de la cerveza, mientras que el color del cabello viene determinado por los genes. Los pelirrojos son consecuencia de una mutación en el cromosoma 16, lo que afecta a menos del 2% de la población. Posiblemente por ello, en la mayoría de las lenguas de nuestro entorno, la palabra pelirrojo es una palabra compuesta por dos términos, uno de ellos alusivo a pelo o a cabeza. Así, en inglés es redheaded, en alemán rothaarig y en italiano testarossa. Curiosamente, en francés es simplemente roux [ru], que deriva del latín, russus. El femenino de roux es rousse, que se pronuncia [rus], lo que le convierte candidato a falso amigo de ruso/a.
Los orígenes de la palabra ruso son controvertidos. Tiene que ver con unos vikingos de la familia de los Rus, que sobre el siglo IX establecieron un principado en los alrededores de Kiev (Ucrania). Lo más probable es que su nombre esté relacionado con el nombre Ruotsi, que es como llaman los fineses a Suecia y como llamaban a los vikingos, de una raíz del antiguo nórdico que vendría a significar «los que reman». Estos invasores que llegaron «remando» desde Escandinavia dieron nombre a lo que acabaría siendo Rusia, uno de los mayores imperios de todos los tiempos. El gentilicio, ruso/a, es muy similar en casi todos los idiomas; en francés es russe, pronunciado [rys].
También hay quien opina que el término proviene de otra raíz, *reudh-, que es la que ha dado lugar a red, a rojo y a rouge, y que hacía alusión al color del pelo de los sanguinarios vikingos. No es la teoría más plausible, pero cuenta a su favor el hecho de que tradicionalmente se vienen caracterizando a los malos como pelirrojos. Quizá porque el rojo significa peligro, por su semejanza al pelaje del zorro o quizá simplemente porque son pocos, son los diferentes, lo cierto es que en la literatura y la pintura los malos, los peligrosos y los inquietantes son pelirrojos. Pelirrojo es el Caín hebreo, el Judas del Nuevo Testamento, el Loki de la mitología germana y el Mordred de la saga artúrica. Toda una panda de fratricidas, traidores y sinvergüenzas.
Aunque este blog es partidario de la diversidad lingüística, cultural, sexual y cromo-capilar (y siente el mismo respeto por todas y cada una de las opciones), se ve en la obligación de advertir, a quien no se halle muy cómodo con la pronunciación francesa, del riesgo de llamar a un ruso en francés [rys], porque posiblemente lo estaremos llamando «pelirroja» [rus]. Y quién sabe si el ruso en cuestión es o no tan partidario de la diversidad…
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