Falso amigo n.º 26: Koffer (alemán) ≠ cofre (español)
El cofre español y el Koffer alemán son parientes. Y no muy lejanos. Comparten ilustres antepasados, como el griego κόφινος (kofinos), que significaba cesta. Pasó al latín como cophinus, con idéntico significado. De ahí al fráncés coffre y a diferentes vocablos europeos, casi siempre alusivos a recipientes donde meter algo. El coffin inglés sirve para guardar cadáveres; es decir, es un ataúd. En un couffin francés lo suyo es meter un bebé. El cofre español invita, a quien disponga, a guardar joyas y tesoros. El Koffer alemán es una maleta; modesta pero práctica.
En el vídeo que acompaño he presentado tanto el deseado cofre como la anodina maleta (der Koffer) abiertos. Porque podría ser que la maleta escondiera grandes tesoros y el cofre mudas y calcetines. Y es que realmente, lo que diferencia uno de otro, más que su apariencia externa es su contenido. Admito que el tema me fascina. Es muy falsos amigos. Si no, que se lo pregunten a los personajes de «el mercader de Venecia», que tenían que adivinar de entre tres cofres cuál era el que contenía el retrato de la bella Porcia para poder llevarse a la dama veneciana como esposa. El príncipe de Marruecos se inclina por el dorado y el de Aragón por el de plata. Pierden, naturalmente. El apuesto pero empobrecido Bassanio elige el de plomo. Acierta y se lleva a la chica. En algún cofre ponía aquello de «no es oro todo lo que reluce». Bien, por la misma regla de tres, a ver cómo le sale a Bassanio la moza. Pero bueno, eso es otro cantar.
Marlene Dietrich no tenía un cofre, sino una maleta: «Ich hab noch einen Koffer in Berlin». «Aún tengo una maleta en Berlín», cantaba. ¡Una maleta! No habla de cofres, baúles ni arcones. Una triste maleta. Por su voz lánguida y lastimera se entiende que esa maleta que aún estaba en Berlín le dolía en el corazón más que todos los cofres de Porcia juntos. ¿Y por qué no se la trajo en su momento? ¿Salió apresuradamente? ¿Viajaba en Ryanair? Quizá se la dejó a propósito para tener una excusa para volver. Quizá es la misma maleta que ha encontrado nuestro desventurado pirata, sólo que a él ya no le dice nada. Como tampoco hubiera apreciado encontrarse con aquel cofre de plomo con el retrato de Porcia dentro.
Cofres y Koffern (=maletas) son como las palabras. Tienen su apariencia externa y su contenido, su significante y su significado. A veces por su exterior adivinamos el interior y otras veces no.