Falso amigo n.º 27: ninho (portugués) ≠ niño (español)

ninho (portugúes) ≠ niño (español)

El mundo de los niños y el de los nidos están misteriosamente unidos. Cuenta la leyenda que, antes de la PlayStation, antes incluso del UHF, los niños tenían una tremenda atracción por los nidos de pájaros. Era ver uno en un árbol y faltarles tiempo para subir e ir a por él. Según James M. Barrie, los niños nacen en nidos porque vienen al mundo en forma de pájaros. Esto ocurre en una isla de los jardines de Kensington, en Londres. Al poco tiempo adquieren su forma humana y son enviados a sus futuras familias. Los primeros días son cruciales y hay que tener mucho cuidado de cerrar la ventana por la noche. Peter Pan, olvidó que ya era un niño y salió volando hacia los jardines de Kensington, de los que no volvió jamas. Pero bueno, eso es un cuento para niños de la época victoriana; la verdad es que a los niños los trae una cigüeña. Va buscando un nido adecuado donde depositarlos y ahí los deja. No siempre acierta. Una vez, por ejemplo, dejó una cría de cisne en un nido de patos. Esta historia la cuenta Hans Christian Andersen.

Todas estas reflexiones sobre nidos y niños viene a cuento de la pareja de falsos amigos ninhoniño. La palabra portuguesa ninho [‘niɲu] no significa niño sino nido. Aunque el nido es el lugar donde las aves tienen a sus crías, sus niños, ninho y niño no están etimológicamente relacionadas. Ninho proviene del latín nidus, igual que nuestro nido. Por el camino perdió la d, lo cual no es extraño. Gran cantidad de d intervocálicas latinas han desaparecido en el castellano. Credere >; creer, crudele >; cruel, fidele >; fiel. El mismo nido estuvo vacilando en el castellano antiguo entre las formas nido y nio para quedarse definitivamente en la forma más culta, nido. Más nos extraña el dígrafo nh (sonido ñ) aparecido de la nada. En fin, es una especie de nasalización que se puede observar también en el adjetivo posesivo minha (=mía), proveniente de mea. Por otra parte, la palabra española niño no viene de nidus. En tiempos se la relacionaba de la voz portuguesa menino, de similar significado, pero hoy en día se cree que es una voz expresiva creada por el lenguaje infantil.

La ilustración, como es evidente, hace referencia a un hecho ocurrido hace unos 2000 años, cuando apareció un Niño (como venido del cielo) en delicadas circunstancias y se le tuvo que improvisar un nido a las puertas de Belén. A este Niño no se sabe si lo trajo una cigüeña o una paloma o si volaba como Peter Pan, pero ángeles y estrellas debieron de surcar el cielo esa noche anunciando su nacimiento y se apareció allí mucha gente. Le traían regalos y debió ser muy emotivo. Y esto lo cuentan San Mateo y San Lucas, cada uno a su estilo.

FELIZ NAVIDAD

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