Falso amigo n.º 41: manche (francés) ≠ mancha (español)

manche (francés) ≠ mancha (español)«Limpia, fija y da esplendor». Algunos pueden pensar que se trata de un slogan publicitario de un detergente, pero es el lema de la Real Academia Española. ¿Y qué tiene que limpiar la R.A.E.? Pues el idioma y las palabras. Las palabras se van manchando con el uso. Aquí aparece una consonante, aquí desaparece una vocal… La palabra mancha es la versión «manchada» de la voz macula que es latina. Le salió una «n» (como a mensaje e invierno, que los franceses dicen message e hiver), la «u» en posición postónica se fue perdiendo… Y surgió la mancha. En castellano también tenemos su forma culta, mácula, inmaculadamente rescatada del latín, pero en esta entrada no le vamos a hacer mucho caso.

Las manchas, como bien sabe la R.A.E., o se quitan a tiempo, o luego no hay quien las saque. Acaban penetrando en los diccionarios y hasta en los atlas. Entre Francia y Gran Bretaña hay un trozo de mar al que los franceses llamaron «la Manche» y que los hispanohablantes conocemos como «el Canal de la Mancha». Caso típico de falsa amistad geográfica. Veamos por qué. La palabra francesa manche viene del latín manica (pronunciado mánica) y está relacionada con manus (=mano). Perdió también su vocal postónica y manica se quedó manca. Atendiendo después a reglas de adaptación fonética de diferentes lenguas, dio lugar a la manga española y a la manche francesa; así pues, manche no significa mancha sino manga. No es difícil ver la relación manga/manche, como tampoco cuesta intuir la relación domingo/dimanche, pero los falsos amigos siempre están al acecho esperando el menor descuido. El apelativo «la Manche» hace referencia a la forma alargada de ese brazo de mar, pero en vez de traducirlo como «la Manga», en español se optó por castellanizar el término y echar mano del falso amigo mancha para la ocasión. Y es que hay manchas muy difíciles de quitar. Vete tú ahora a los cartógrafos a decirles que el «Canal de la Mancha» hay que renombrarlo como el «Canal de la Manga»…

Está visto que las manchas y les manches (=las mangas) son muy, pero que muy malos amigos.   Además de ser amigos falsos, en múltiples ocasiones son inseparables.

 

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