Falso amigo n.º 45: rostrum (inglés) ≠ rostro (español)
En el 338 a.C. se libró una decisiva batalla naval entre romanos y volscos. Ganaron los romanos y el cónsul Cayo Menio tuvo la chulería de traerse los espolones de las naves vencidas a Roma. El espolón tenía su importancia simbólica en los barcos de la Edad Antigua. Era una prolongación de la proa, generalmente de bronce, y se utilizaba para embestir a otra embarcación en un combate a modo de ariete. A este espolón los romanos lo llamaban rostrum y hoy en día se pueden contemplar los restos de los rostra (plural de rostrum) en el Foro Romano. ¿Tiene todo esto algo que ver con nuestro rostro? Pues sí, porque rostrum, antes de designar a esa parte de la embarcación, hacía referencia al pico de las aves o el hocico de algunos animales. Por analogía, los romanos llamaron rostrum a la proa de sus naves y en castellano ha acabado siendo sinónimo de cara. Quizá muchos lo desconozcan, pero el diccionario de la RAE sigue recogiendo como definiciones de rostro «pico de ave» y «espolón de la nave» y también, con una advertencia de uso anticuado, «hocico, boca».
Hemos visto el origen de la palabra rostro en castellano. Pero aún nos queda saber qué significa rostrum en inglés. Rostrum en inglés es una tribuna, un estrado. Extraño ¿no? Habíamos dejado a Cayo Menio plantando los rostra de las naves volscas en medio de Roma como símbolo de su victoria. Pues bien, a los romanos, que eran un poco los antiguos italianos y no callaban ni debajo del agua, les pareció un lugar apropiado para lanzar discursos. Es decir, los utilizaron de tribuna. Así, en latín, rostrum pasó de significar «pico de ave» a «espolón de proa» a «tribuna». En inglés se tomó prestada la palabra tal cual –rostrum– como cultismo con esta última acepción.
En la imagen propongo una tribuna (rostrum) con rostro, soportando la verborrea de un orador sin él. A veces escuchamos discursos que difícilmente soportarían un cara a cara y aguantamos a charlatanes a los que nos cuesta reconocer un rostro humano y otras veces simplemente, hay farsantes con mucho rostro dando charlas desde las tribunas.