Falso amigo n.º 52: manger (francés) ≠ mangar (español)
Volvemos en esta entrada a toparnos con una nueva viñeta de nuestro conocido escalador. Esta vez con la pareja de falsos amigos manger–mangar.
El verbo mangar es un préstamo de la lengua caló. Como otras tantas palabras procedentes de la lengua gitana (pinrel, churumbel, chaval…) se mueve con soltura en el ámbito del lenguaje coloquial o familiar pero pasa con dificultad al lenguaje culto. El significado original de mangar es pedir o mendigar. Prejuicios racistas han contribuido a un curioso cambio semántico y el mangui o mangante se ha convertido en aquel que roba (o tima), en vez de en aquel que pide.
La palabra manger francesa no significa ni pedir ni robar, sino comer. El término latino para comer era edere. Era una palabra cortita (edo=yo como) así que en castellano se unió al prefijo com- para tener algo más de presencia. Otras lenguas latinas olvidaron ese verbo y utilizaron otro, manducare, que en principio tenía más que ver con las bestias que con las personas. Está emparentado con la palabra mandíbula y hace alusión al acto físico de masticar. El francés, el italiano, el rumano y el catalán optaron por utilizar palabras provenientes de esta raíz. Una vez que los franceses pronuncian manger, nos olvidamos de vacas rumiando y nos imaginamos exquisitos manjares.
En cualquier caso en la ilustración de hoy he querido recuperar ese aspecto animal del manger y he colocado a la cabra mangante merendándose el bocata del aturdido escalador.