Falso amigo n.º 75: berro (portugués) ≠ berro (español)
En los falsos amigos de esta entrada se encuentran dos raíces de procedencia bien distinta.Por un lado tenemos a una pequeña planta comestible de fuerte sabor, que crece junto a arroyos y humedales y que los celtas llamaban *berŭro. De esta raíz provienen las palabras irlandesa biror y la galesa berwr. Los romanos a este vegetal lo llamaron nasturtium (=nariz torcida), pues su amargor generaba curiosas muecas en los comensales. Del nasturtium latino desciende nuestro mastuerzo, pero no es la palabra que busco. Partiendo de la raíz celta antes comentada tenemos al berro, que nos lo podemos encontrar de vez en cuando en alguna ensalada sofisticada. Este berro (también llamado mastuerzo de agua) es el primer miembro de la pareja.
Para encontrar al segundo partimos de la voz verres, que es como llamaban los romanos al cerdo macho, origen de nuestro verraco. En las publicaciones infantiles suelen aparecer simpáticos cerditos emitiendo unos dulces «oink, oink»; pero quien ha estado en una matanza sabrá que el cerdo puede emitir sonidos muy potentes y desagradables. De la raíz verres proceden palabras que tienen que ver con ese penetrante sonido. Son voces como berrear, berrea, berrido, berrinche… En portugués esta raíz ha generado la palabra berro, que en este caso significa grito.
El berro (Nasturtium officinale) debe su sabor característico a las sustancias que posee, que a su vez le confieren un amplio abanico de propiedades beneficiosas para la salud: es purgante, depurativo, tiene propiedades antivirales, es bueno para el hígado, para el riñón… Lo único que hay que tener en cuenta es que a un portugués no se le puede pedir una ensalada de berros, porque puede resultar perjudicial para el oído. Mejor referirse a una salada de agrião, que es como llaman los portugueses al berro.
En la ilustración he querido colocar a un berro dando gritos; o, como se diría en portugués, a um agrião dando berros.